Aunque durante mucho tiempo se creyera que la condición femenina impedía tener un acercamiento tan estrecho al sexo como ocurría con los hombres, los hechos acaecidos en la historia han removido los asimientos de tales ideas. Las fantasías sexuales son lo más cotidiano de la vida, tanto en hombres como en mujeres, y lo mejor que se puede hacer con ellas es tratarlas con naturalidad. Entonces, como cada decisión que se toma en la vida, entra en juego el tema de la responsabilidad. Lo que cada uno haga en consecuencia provendrá de sus propias decisiones, por nuestra parte brindaremos luz en torno a los gránulos imbuidos de sexo que se acumulan en las puertas del hormiguero de Virgo.
El aroma sensual en la telaraña tendida por Virgo
De los nativos de Virgo no debemos esperar grandes muestras de efusión y risas espontáneas. Tampoco están entre sus particularidades las de conquistar con regalos costosos, profusas muestras de atención antinaturales o constancia y dedicación hasta el logro de este objetivo. La manera en que Virgo llama la atención y cautiva a quien ha elegido —ya que esta persona ha sido objeto de meticulosos estudios y puesto a prueba en más de una ocasión— es mostrándole lo que es capaz de hacer
Esto es, dejando que sus cualidades se deslicen en cada uno de sus actos, a través de una cuidadosa y bien controlada espontaneidad. Tal vez se añada a este proceso de conquista algún regalo casi sin valor económico y que, más allá de su aspecto descolorido, sea práctico y útil. Su vida está marcada por la abnegación por la entrega total hacia aquello que ama o cree. Con Virgo es posible desatar sin medidas las fantasías sexuales que atenazan.
Amor incondicional= sexo frenético
Su cuerpo y su mente brillante serán el destino perfecto donde amarizar todo el frenesí del sexo. Sin embargo, para conseguir que Virgo alcance esta condición, la persona que la posea deberá también amarla incondicionalmente. Es por ello que realiza una laboriosa búsqueda de la persona que pueda desempeñar el papel de su amante. Solo entonces, cuando ha anudado el último cabo de su telaraña, abandona su pudor y sus reticencias; entonces su timidez se torna en un abierto reclamo a sumergirse en las más oscuras profundidades de la locura sexual.
Por regla general, el comportamiento de Virgo con respecto al sexo puede parecer en ocasiones apagado y frío. Contiene sus impulsos y no se deja llevar por las situaciones. Pero mantiene siempre la fantasía de vivir una relación violenta, batida por fuertes tempestades; sexo y amor que haga zozobrar sus impulsos más vehementes, hasta que todo cuanto es, su estructurada vida y su detallismo extremo, se pierda en un infinito instante de placentero orgasmo.
Bien labrados detalles, perfeccionismo. Para Virgo no existe la pareja de sus sueños, ya que nada hay que sea perfecto en la vida. Y sin embargo, como si sus ojos se cegaran voluntariamente a esta verdad, busca siempre a esa persona que un día habrá de llenar el espacio vacío dentro de su llameante pecho.