Un signo receptivo y tendiente al conformismo como Piscis no pondría objeciones cuando se le pidiera utilizar cualquier tipo de automóvil. Sin embargo, su carácter artístico y bohemio le llevaría a elegir, si tuviera la posibilidad de hacerlo, un vehículo con carrocería exótica y fuera de lo común; un carro que le ayude en su hábito de abandonarse, escapar del mundo, cada vez que lo necesite. El automóvil de Piscis debe presentar un hermoso aspecto exterior, pero estar suficientemente equipado para una vida de descuidos y maltratos.
Más que un automóvil, un amigo incondicional
La máquina ideal de Piscis es aquella que todavía pueda arrancar luego de haber sido relegada al olvido y las negligencias. Sin embargo, cuando Piscis recuerde a su automóvil y los ratos que ha compartido con él albergará en su seno un sentimiento muy entrañable. Luego de esta experiencia, cuando Piscis haya comprendido, sin saberlo, tratará a su vehículo como a un ser vivo, como a una criatura a la que debe dedicar sus mejores cuidados. Piscis es el único signo del zodiaco que no verá la diferencia entre un auto de lujo y uno sencillo, se embelesará más por su aspecto artístico, y para valorarlo se basará en parámetros diferentes al común de los mortales. Cuando conduzca un automóvil de lujo no será con el deseo camuflado de presumirlo, este pensamiento ni siquiera circunvalará su cabeza. Ciertamente, a Piscis le da lo mismo hacer una cosa u otra, ser poseedor de un bien material costoso o de uno muy humilde.
Un coche para marchar sin rumbo
Piscis es muy sensible y el dolor del mundo, de propios y extraños, lo conmueven excesivamente, por eso, cuando no puede hacer por las personas tanto como quisiera o si éstas tratan de aprovecharse de su bondad, decide abandonarlo todo y hundirse en el efecto de las sustancias alucinógenas. Coge entonces su automóvil y marcha sin rumbo, a la deriva, hasta donde los caminos lo conduzcan o hasta que se le agote el combustible. Y allí, en un paraje recóndito y desconocido, se deja llevar por sus fantasías, ocupando sus horas en vivir en un mundo paralelo. Pervive un anhelo en Piscis, porque, de tanto ser postergado, en momentos de lucidez ansía un poco de atención. Es el momento en que se decide por un automóvil capaz de atraer la atención que tanto necesita, un Mercedes seguramente se colocará en su mira y, si puede permitírselo, lo adquirirá.
La mayoría de los Piscis son vistos en automóviles menos esplendorosos, trajinando de un lugar a otro, ocupados en su misión tácita de ayudar a las personas. Los vehículos de Piscis se caracterizan porque sus atrios interiores están adornados con elementos coloridos y alucinógenos que le permiten crear un puente entre la vida real y la que se crea en sus sueños. Un toque místico emanará de este vehículo e impregnará todo lo que se halle en su paso. Una imagen imborrable será la de ver a un adusto Piscis recostado sobre su auto, aguardando con mirar indiferente el paso de las horas.