Si existiera el olimpo de los signos zodiacales, Libra sería el dios de las relaciones y el romance. Se podrían escribir libros enteros sobre la irrepetible y majestuosa forma en la cual Libra ama y maneja sus relaciones sentimentales. Su visión sobre la pareja es compleja en la mayoría de los casos, dedicando horas enteras a pensar todo aquello que las rige. No es fácil ser el signo que más esfuerzo invierte en materia de amor y amistad.
Libra es el Mozart del amor carnal y por lo general sus experiencias son trágicas, enriquecedoras y sobre todo muy fogosas. Sería muy difícil entender todos los procesos mentales que experimenta el libriano con respecto a esta temática, en la cual es simplemente el rey. Lo cierto es que pocas personas serán capaces de complacer tanto a sus seres amados como estos cupidos del horóscopo. Aquí trataremos explicarte cómo es Libra en una relación, aunque es posible que no todo se perciba igual desde cada persona que trata con ellos.
Libra es como el aire cuando ama
¿Has tratado alguna vez de comprender la lógica del aire? Es muy difícil que alguna vez veas al viento correr, pero sabes que está allí porque lo sientes a donde quiera que vas. El oxígeno corre libre, pero está presente en todos los rincones del mundo. Así ama Libra: en libertad, pero intensamente. Su reinado comienza cuando muestras interés por ellos, siendo claramente los reyes del coqueteo. Si ellos gustan de ti, sacarán todo su arsenal de belleza, carisma y liderazgo social.
Al momento de la conquista, Libra hace todo lo que sea para lograr su cometido amoroso y ellos siempre están claros de cuáles son las probabilidades que tienen contigo. Ellos huelen lo que quieres y sientes a kilómetros de distancia, logrando dar con la forma más adecuada de acercarse e iniciar una conversación. Pero cuando todo se ha dicho y las cartas se han jugado, es cuando empiezas a conocer las verdaderas virtudes y desastres de los regidos por la balanza. Ellos te besarán y te harán el amor como si fueras el último ser en un planeta desierto, complaciéndote en todo y dándote tu espacio y tu lugar.
Nadie es perfecto en el amor
Libra ama como un ángel, pero puede pecar como un demonio. Sus parejas tienden a ser muy celosas y con razón, porque el libriano promedio es encantador, pícaro y coqueto. Ellos jamás dejarán de ser así porque estas son características que están en su ADN. Lo peor es que no los puedes tratar de controlar o pondrás las cosas peores. Además, Libra es súper comprensivo y en las primeras de cambio trata de dar todo y tolerar los defectos de su novio o novia. El problema viene cuando Libra se cansa de aguantar y es precisamente en ese momento cuando sacan toda la ira que acumularon en su interior. Más allá de todo esto, tener un romance con un libriano es una de las experiencias más exquisitas de la vida.